Corazón, diario de un niño.

La maestra Rebeca llegó con varias cajas de libros usados al salón, las abrió y nos dijo que cada uno tomara el libro que más le gustara, que era un regalo. Estaba en tercer grado de primaria, en una escuela de »numerito» (como por ahí dicen) solo para varones, en el turno vespertino desde luego, ya que en la mañana era para las niñas.

Yo siempre fui uno de los niños más delgados del salón, así que es fácil imaginar que no iba a ser de los primeros en escoger. Todos se abalanzaron sobre las cajas para revisar y tomar antes que los demás su libro.

Entre cabezas y brazos, alcancé a ver un libro de portada amarilla que me llamó la atención. Era de pasta dura con hojas ya amarillentas. Estaba viejo, pero no maltratado. Yo alcanzaba a ver la ilustración de la portada sobre ese color amarillo fuerte y lo cuidaba con la vista, porque todavía no estaba a mi alcance. Mientras los más grandes escogían, yo imploraba que nadie tomara ese libro. Tomában los más grandes e ilustrados mejor, los que tenían más »monitos» o eran más brillosos. Mi libro rodaba por la caja, de un lado a otro, de atrás para adelante y de abajo para arriba, y ninguno de los otros niños lo tomaba. Parecía que esquivaba las pequeñas manos de mis compañeros, hasta que se dio una vuelta completa y quedo con la cara hacia abajo. Cuando por fin los más menudos pudimos acercarnos, de inmediato lo tomé y leí su título:

Corazón, Diario de un niño

de Edmundo de Amicis

Yo si puedo contestar sobre los libros que han marcado mi vida, pero ninguno tanto como éste. Quizá por la edad en que lo leí. Cuando llegué a mi casa, se lo mostré a mi papá, lo tomó en las manos y me dijo: léelo es uno de los mejores libros que yo he leído, algunos cuentos que vienen ahí, ya los conoces, así que te va a gustar.

»Corazón» no es un libro de cuentos, es el diario de un niño que asiste a una escuela pública en la Italia recién unificada y cada mes su maestro les cuenta un cuento, así que hay nueve en total.

»Corazón, Diario de un niño» es una lectura obligada, no para niños, para todos. Si no la leíste de niño o de joven, no está completa tu formación como persona, es importante que lo leas, sin importar la edad que tengas.

En la actualidad, en que nos preguntamos en donde están los valores de la sociedad y cómo encontrar la forma de inculcarlos a padres e hijos, este libro de Edmundo de Amicis, nos dará varias respuestas. No sólo por lo que sucede, sino en la forma en que sus padres tratan a Enrique, protagonista de la novela: con mucho cariño, cuidando cada paso, cada suceso que le ocurre, con mucho respeto y exigiéndole siempre la responsabilidad de su edad.

No podría concebir un profesor que me dijera que no lo ha leído, porque ahí se aprende más que en las clases que llevó de psicología en la escuela normal.

En este día internacional del libro 2013, mi recomendación es: vuelva usted a ser niño, leyendo »Corazón, diario de un niño» de Edmundo de Amicis, si es cierto que todos tenemos un yo niño, regálele esta obra de la literatura universal.

Pudiera seguir escribiendo sobre esta obra por cuartillas y cuartillas, pero creo que si alguno de ustedes lo lee, esperaré a que suban sus comentarios.

(Por cierto, puede descargarlo en la sección »Infantil y juvenil» de esta biblioteca digital)